CRÓNICAS DE LAS RUTAS
NACIMIENTO DEL RIO SEGURA-ALDEAS PERDIDAS.(Pontones)
El próximo sábado se realizará una ruta conjunta con el club senderista La Carrasca de Lorca. Subiremos hasta el cortijo Casa Valera (unos 8 kms de pista forestal). En este lugar situado a 1379 mts. de altura se inicia la ruta que nos llevará a la cima del Calar Blanco (Majal 1852 mts.). El Calar Blanco es la continuación de la cuerda de la Guillimona, desde el collado que representa el Puerto del Pinar; hacia el este. Ubicado entre la Guillimona y la sierra de Las Cabras su cumbre representa un excelente mirador desde el que, además de las mencionadas sierras, se divisa gran parte la sierra de Segura, La Sagra, María, Baza-Filábres, etc. Desde el punto de vista hidrológico este calar es divisoria de aguas, al norte vertiente mediterránea (al Segura a través de la rambla de Las Vaquerizas-Zumeta) y al sur vertiente atlántica (al Guadalquivir vía Guadíana Menor).
Llegamos
al nacimiento del Segura en Pontones, y desde allí salimos andando
dirección a unas naves de ganado, desde allí tomamos a la izquierda por
todo el barranco durante unos 2 km. LLegando a unos tornajos para el
ganado nos desviamos a la derecha y comenzamos a subir, hasta dar vistas
a la aldea de los Centenares. Allí comenzamos a descender pero en
dirección a otra aldea que es el Miravete, hay un sendero que se ve
perfectamente y en algunos tramos está señalizado con unos montículos de
piedras, supongo que puestos por los senderistas. Llegamos a un alto
en donde hicimos parada para almorzar y desde donde contemplamos el
embalse del Tranco de Beas, con una vista general impresionante.
Seguimos
descendiendo hasta que llegamos a la aldea perdida del Miravete.
Impresiona ver como está toda la aldea después de tantos años
despoblada, ver las huelgas que tenían para sembrar hortalizas, las
nogueras, los membrilleros, los chopos, el agua.... precioso de admirar.
Cruzamos la aldea y seguimos descendiendo para ir en busca de la aldea
de las Huelgas. La vuelta la realizamos por el mismo sendero que fuimos,
ascendiendo una dura pendiente.
Durante
el trayecto en los valles nos encontramos algunas setas de cardo cuco
que después en Pontones degustamos con unas cervecitas. El recorrido
fueron sobre 13 km.
Por Aurora Fernández Beteta.El próximo sábado se realizará una ruta conjunta con el club senderista La Carrasca de Lorca. Subiremos hasta el cortijo Casa Valera (unos 8 kms de pista forestal). En este lugar situado a 1379 mts. de altura se inicia la ruta que nos llevará a la cima del Calar Blanco (Majal 1852 mts.). El Calar Blanco es la continuación de la cuerda de la Guillimona, desde el collado que representa el Puerto del Pinar; hacia el este. Ubicado entre la Guillimona y la sierra de Las Cabras su cumbre representa un excelente mirador desde el que, además de las mencionadas sierras, se divisa gran parte la sierra de Segura, La Sagra, María, Baza-Filábres, etc. Desde el punto de vista hidrológico este calar es divisoria de aguas, al norte vertiente mediterránea (al Segura a través de la rambla de Las Vaquerizas-Zumeta) y al sur vertiente atlántica (al Guadalquivir vía Guadíana Menor).
La ruta transcurre por caminos y sendas que nos permitirán andar por los
barrancos Romero, Pilarico o el cortijo de La Puerca, lugares
recónditos (desconocidos para la gran masa senderista y montañera) y
excelentemente conservados. En definitiva, una ruta propicia para
disfrutar, con nuestros amigos de Lorca, la naturaleza de la sierra
"profunda", esa para la que no tenemos ojos porque siempre nos han
señalado otras sierras vecinas de más renombre...
Por Ginés Bravo Jódar.
El club Senderista Piedra de la Rendija un club privilegiado
Es el mes de Julio, y es asombroso el paseo que nos ofrece la naturaleza en los parajes próximos a Puebla de Don Fadrique, dado que a pesar de las temperaturas que se sufren en casi todo el territorio nacional, en Andalucía no puedes perderte la “fresquera” del senderismo. Hemos pasado una jornada estupenda, al compás de las ovejas, y cómo no caminando por sus derroteros, que eran más apropiados para ellas que para una senderista inexperta como yo. Pero no os asustéis, es sólo una apreciación muy particular, ya que la ruta ha sido muy escabrosa pero espectacular para sentir que las dificultades pueden superarse y que al mismo tiempo hemos podido oír y contemplar un numeroso rebaño caminando por unos riscales dignos de admirar en un entorno de acantilados espectaculares. Si a esta maravilla fotográfica unimos el sonido del rebaño al mismo tiempo que la templanza que la temperatura nos ha proporcionado, no tenemos por menos que calificar de muy aceptable esta maravillosa ruta, la cual en un mes tan caluroso sería impensable en otros lugares de la península, así nos lo comenta nuestro senderista experto Ginés, conocedor de multitud de rutas, calificando al club senderista de La Piedra de la Rendija, como de un club privilegiado.
Una vez más hay que destacar la solidaridad de los organizadores y participantes expertos en general por su paciencia y apoyo a los que no lo son tanto, de forma que pretenden que no cese el amor a la naturaleza y en concreto al senderismo, por algo son unos “jabatos de la montaña”.
La ruta ha finalizado con unas bonitas fotos en el mirador que hay próximo a la vidriera, inmortalizando una vez más estos momentos tan especiales.
Por Pilar Gutiérrez.
HACIA LA FUENTE DE MONTILLA
Es el mes de Mayo, concretamente día 28 de Mayo de 2011; hace un día expendido a pesar de que los pronósticos meteorológicos auguraban agua.
Con poco aforo de senderistas, pero con ilusión de disfrutar de un bonito paisaje, iniciamos nuestra ruta a las 9 de la mañana y partiendo desde los Collaos de abajo, emprendemos ruta hacia el nacimiento de la acequia de Montilla, dejando a nuestra izquierda un espectacular paisaje con nuestra grandiosa” gran señora “que es la Sagra, para seguir con un pintoresco y fresco sendero a lo largo de toda la acequia. En esta trayectoria hemos ido conociendo los distintos puentes que a lo largo de la historia, según nos cuenta nuestro cicerón Ángel Romero, se fueron construyendo para conservar y conducir las aguas de esta caudalosa acequia, la cual abastecía a las poblaciones de Huescar y la Puebla de Don Fadrique. Como anécdota o dato bibliográfico, nos cuenta nuestro ilustrado senderista, que antaño llegaron a pelear dichas poblaciones por el caudal de estas cristalinas aguas, que debían de ser de primerísima necesidad en aquellos tiempos y que por lo tanto no es de extrañar que le dedicaran un cuidado arquitectónico para su mantenimiento y el buen aprovechamiento de su caudal.
En la actualidad su conservación es relativamente buena y por supuesto estéticamente espectacular dado que se pueden contemplar unas aguas verdaderamente cristalinas y pandas hasta el punto que observamos que a lo largo de su caudal crecen unas plantas bellísimas por sus tonalidades, y una especialmente conocida en la actualidad , como son los berros, que en tiempos servían a los pastores o gente humilde para su consumo, y que en la actualidad podemos encontrarlos embasados como algo exquisito en la gastronomía más vanguardista.
A lo largo de este recorrido también he aprendido que de este paraje se aprovechan todas los leños de la poda para fabricar un producto de encendido ecológico para las chimeneas y estufas; así pues siempre es bueno saber que se cuida el medioambiente reutilizando los deshechos de la naturaleza, sirviendo al mismo tiempo de limpieza del monte para evitar los incendios.
En el final de esta ruta del nacimiento llegamos hasta unos acantilados grandiosos en los cuales encontramos un pasadizo natural elaborado por los derrumbamientos de unas grandes moles, quedando posicionadas a modo de un gran dolmen. A pesar de la sensación de peligro, por el desmoronamiento de multitud de piedras de todos los tamaños, todos los senderistas hemos atravesado este gran dolmen e inmortalizando esta pequeña hazaña con unas simpáticas fotos sujetando la gran roca que da la sensación que esté a punto de caer.
Después del regreso de la Fuente de Montilla, el monitor nos completa el recorrido con un hermoso lugar como es el cortijo del confitero, como ellos lo conocen, pudiendo contemplar en el mismo una frondosa carrasca digna de ser contemplada y fotografiada.
Finalizamos este soleado día con la visita a los cortijos nuevos, desde los cuales pudimos contemplar el no menos asombroso paisaje del Castellón de los Mira vetes, los cuales dejan pendientes para una próxima ruta.
Como participante en esta ruta, tengo que destacar además la satisfacción de compartir el tiempo con una gente entrañable que además de aportar su sabiduría acerca del medio que conocen, no dejan que los senderistas inexpertos corran el mínimo peligro .“Gracias a los expertos” es lo único que me resta decir para dar por elogiada la crónica de este día y de esta ruta pintoresca.
Animo pues a los amantes de la naturaleza a unirse a un club de senderismo que siempre te aportará sabiduría además del placer de contemplar nuestro maravilloso entorno.
Por: Pilar Gutiérrez Talavera
CLUB SENDERISTA PIEDRA DE LA RENDIJA
Por Pilar Gutiérrez Talavera.
SENDERISMO EN LA PUEBLA DE DON FADRIQUE
SENDERISMO EN LA PUEBLA DE DON FADRIQUE
RAMBLA DE LAS VAQUERIZAS.
El senderismo es una actividad deportiva de carácter no competitivo, cuyo desarrollo se inserta en el ámbito rural o de montaña. No sería atrevido decir que el senderismo es la actividad natural por excelencia. Su práctica apenas requiere más condición que la de disponer de un mínimo de forma física y un calzado apropiado. Tan exiguos requisitos hacen que sea cada día más popular, contándose por centenares de miles sus practicantes en España.
Pues bien poniendo el visor en este rinconcito de la geografía hispana, se puede decir que La Puebla de Don Fadrique también existe para el mundo del senderismo. La “culpa” la tiene el club Piedra de la Rendija, así se llama la “criatura” que está dando sus primeros pasos, y es fruto de las inquietudes de muchos y de la iniciativa de nuestra amiga Aurora. Porque ella, con su llamamiento, es quien ha captado y encauzado esas inquietudes que andaban dispersas, proporcionándonos un refugio donde podemos sentirnos cómodos. Se ha abierto una ventana que, a bastantes, nos va a permitir descubrir un entorno próximo lleno de alicientes naturales, bellos paisajes cercanos paradójicamente desconocidos; conocer es imprescindible para valorar y respetar lo que tenemos y hacerlo a la par de otros es una experiencia muy gratificante y enriquecedora.
Pese a lo tierno de la “criatura” se la ve con brío, pocas semanas de andadura y ya son cuatro las rutas realizadas. En principio, por aquello de ir “engañando” al cuerpo poco a poco, están siendo recorridos bastante asequibles (relativamente cortos y sin otras grandes dificultades). Me toca dar algunas reseñas de la segunda de las rutas “Circuito por la rambla de las Vaquerizas”: Esta rambla , aguas abajo llamada Montano, afluye al rio Zumeta al norte de Santiago de la Espada; buena parte de su curso sirve de línea divisoria entre las comunidades de Castilla la Mancha y Andalucía. La ruta tiene su inicio a los dos kilómetros de bajada del puerto del Pinar (dirección Santiago) en un camino a la derecha de la carretera. La altura de partida ronda los 1500 m. Comenzamos el trayecto subiendo un agradable camino franqueado por un tupido bosque de encinas y una desvencijada construcción (tinada del Gobernador en la cartografía), en kilómetro y medio aproximadamente salimos a una llanada situada sobre los 1600 m. Ésta constituye un excelente otero franqueado al sur por el calar Blanco y al norte por el cerro del Oso, el oeste nos ofrece unas magnificas vistas de la cuerda de la Guillimona (cara norte) y de la morra de los Aserradores, el este nos abre la perspectiva del curso alto de la rambla (que será la base del recorrido) cerrando esta visión y delimitando la cuenca se encuentra el cerro del Espino (creo que así se llama). A partir de aquí continua la ruta en dirección este, perdiendo altura paulatinamente, por el camino que surca la umbría del calar Blanco, entre interesantes rodales de pino repoblado y notables farallones rocosos que se precipitan sobre la norte del calar. En esta secuencia del recorrido se alcanza un tramo que nos permite contemplar durante unos centenares de metros parte de la sierra de Segura (destacando el pico del Almorchón de casi 2000 m. ubicado entre Santiago y Pontones), esto es posible porque la rambla cambia de dirección virando al norte. El camino que traemos acaba bajando al curso de la rambla donde tenemos que vadear el caudal con cuidado de no mojarnos. Andamos unos cientos de metros siguiendo ahora el margen derecho (dirección oeste), ganamos un poco de altura hasta llegar a una casa (condenada, si el tiempo y la mano del hombre no lo impiden, a la ruina), es el sitio elegido para hacer un alto en el camino y reponer fuerzas. Seguidamente proseguimos la marcha por una traza poco definida, en tramos
inundada, que nos conduce aguas abajo. A poco más de un kilómetro, cuando la rambla vira al norte, es el momento de volver a cruzarla y emprender una acusada subida que, faldeando el cerro del Oso, nos devolverá a la mencionada llanada; desde aquí ya sólo resta desandar el tramo inicial. Como resumen: una bonita ruta de 10 kilómetros con un sol estupendo, bastante nieve y un ambiente muy agradable entre los participantes.
Por Ginés Bravo.